Estoy de vuelta. De vuelta y media. De vuelta de todo. Dándole vueltas a todo, a mi vida, a mis pensamientos, a mis sentimientos...
He estado una semana en Nápoles, en casa de Antonella. Durante 7 días he convivido con ella y su familia, he conocido a sus amigos, he visitado su ciudad, he vivido muchas experiencias a su lado. También hemos hablado de lo nuestro, ¿está acabado? ¿estamos en un punto y a parte del que tal vez algún día volvamos? ¿somos sólo amigos como ella dijo hace ya una vida?
Dice que está confusa, que la razón le dice que es imposible. Pero su familia y amigos dicen que deberíamos volver a estar juntos. Los sentimientos le dicen lo mismo. Yo no paro de decírselo también. Aún así han sido 7 días como amigos.
Y al volver me dice que me echa mucho de menos. ¿Y ahora qué? ¿Sufrir hasta verano, cuando nos veamos tal vez en Irlanda nuevamente en la misma situación que el año pasado? ¿O incluso hasta más tarde, cuando vuelva por Barcelona para ver el piromusical de la Mercè?
Dicen que hay amores que matan. Sabina fue más allá y dice que amores que matan nunca mueren. Ese es este caso.
Será mejor que me concentre en el trabajo...
También he vuelto con energías e ideas. Hoy voy a ver los nuevos diseños de personajes para el cómic, con alguna que otra sorpresilla, y tal vez también nuevas viñetas ya dibujadas, preparadas para pasar por mi rasero siempre exigente que suele pedir algunos retoques antes de la versión definitiva, incluso en esos maravillosos dibujos que hace Jun. Pero soy así, siempre exijo mucho, aunque a veces no lo parezca al ver el resultado. Aunque estoy convencido que esta vez sí se notará, así que iros preparando todos para empezar a buscar el primer número de "Pareja de ases", que en cuanto lo acabemos me voy a patear el país si hace falta en busca de editorial.
Por otra parte, a partir del lunes empiezo a escribir ya los diálogos de "¡Acción!", para poder pasarles el guión a los actores al empezar el verano.
Realmente parece haber demasiado por hacer, tendré que poner orden... Y a ver si recupero la tradición de escribir por aquí, esta vez más como un diario personal que un foro de autodiscusión. Y aprovecharé para escribir parte de mis experiencias en Italia, que ha habido de todo, incluso una discoteca cerrada por los carabinieri (nos echaron a todos a las 2 horas de haber entrado, por exceso de aforo), o un retorno imposible (8 horas en el aeropuerto de Milán, donde tenía que hacer escala de 1 hora, con desinformación, gritos, policía, insultos, aviones estropeados...). Así que no se vayan todavía, aún hay más. Próximo episodio en su blog.
26.3.05
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