Los tumores del cine

Estoy de vuelta antes de lo previsto. ¿Y eso? ¿Habré encontrado tiempo cuando eso parece imposible durante un rodaje?
Según se mire, se podría decir que he encontrado un hueco de 5 meses. He tenido que aplazar una parte más que considerable del rodaje, seguramente hasta semana santa. ¿Motivos? Muchos y muy variopintos, pero el de más peso es el económico. El presupuesto estaba volando a una velocidad de vértigo, y me quedo sin dinero. Y todo porque en esta puñetera ciudad hacer cine es más difícil que volar sin alas. Todo el mundo intenta exprimirte y estafarte por donde pueden.

Eso sí, antes que nada, también hay que decir que hay quien se ha portado mejor que bien, como los chicos de Amalgama, a quienes desde aquí mando un efusivo abrazo por el trato que hemos recibido de ellos. Sin ellos la parte que ya hemos rodado no habría sido posible hacerla. También algunos otros proveedores han sido más que correctos, como Estrella Damm o Barcelona Plató (personificada en la siempre accesible y colaboradora Elena Bort, que aún no sabe que compartimos un amigo común...).

Pero vayamos al lado oscuro un momento...Hasta 24 horas antes de empezar a rodar, la ESCAC, la escuela de cine en la que estudié, pagué mucho y donde durante mis años de carrera tuve problemas para acceder al material de rodaje porque se lo llevaban J.A. Bayona, Guillem Morales y demás amiguetes de Casamitjana (el subdirector de la escuela), nos prometió que como mínimo nos cederían material de sonido, al menos los días que les fuera posible, para que nos pudiéramos ahorrar unos durillos, lo que nos venía genial. Sin embargo, a falta de menos de un día para el pistoletazo de salida, nos negaron el material alegando que es para uso exclusivo de los alumnos. Sin embargo, ahora mismo están produciendo la 1a peli de Roser Aguilar, de la quinta de Bayona & friends. ¿El material usado en el largo será alquilado? Lo dudo mucho. Es más, algo me dice que los actuales alumnos tendrán los mismos problemas que tuve yo en su momento...

Eso nos lleva al segundo gran problema: ante la falta de material de sonido, tuvimos que correr para encontrar proveedores que nos lo alquilaran. Pero coincidimos con el festival de jazz de Barcelona. En toda la ciudad sólo hay 4 (sí, cuatro) proveedores de material de sonido. Tuvimos que pagar un dineral (más de 100€ al día) para conseguir micro, percha y un dat. El primer día resultó que no nos habían puesto un cable, y no pudimos usar el dat. Además, la percha era defectuosa y hacía ruido si no se iba con cuidado. Seguimos buscando proveedores hasta que dimos con VIDEO IEC, en Josep Tarradellas 8. Confiamos en ellos y pagamos lo que nos pidieron para tener contrarreloj un par de micros y sus perchas... ¡Craso error! Esos tiparracos no son más que una panda de estafadores. Nos dieron los micros sin el zeppelin ni el antiviento, y las perchas sin la pistolita que permite que se les acople el micro. Es decir, en un día acabamos gastando más de 150€ por un material que no pudimos utilizar. Encima, cuando fuimos a reclamar se escudaron en mil excusas (que a mí no me valen, y por eso ya estoy preparando la demanda por estafa...)
Nuevamente tengo que hacer un pequeño paréntesis para decir que pasado el 1r roce con la percha, la gente de Eikonos empezó a comportarse algo mejor con nosotros, desde aquí un agradecimiento para ellos, que no se diga que sólo critico...

Y por último llego al tema de los permisos de rodaje. Como he dicho antes, vuelvo a mandar un abrazo a Elena Bort, que como siempre que he tenido el placer de tratar directa o indirectamente con ella se ha desvivido por conseguirnos lo que necesitábamos. Desgraciadamente en esta ocasión topó con un muro más consistente que el diamante puro: Parcs i Jardins.Cuando se pretende rodar en exteriores en Barcelona ciudad hay 2 vías, según dónde se quiera rodar: la Guardia Urbana y Parcs i Jardins. Con los 1os es con quien se tiene que lidiar para conseguir poner la cámara en una calle; con los segundos para cualquier zona verde (no me refiero a los aparcamientos). La cuestión está en que si eres una gran productora, se desviven para darte los permisos solicitados y más (por ejemplo, para rodar El perfume se corto la Gran Vía a la altura de Plaza Universidad; con una de la Filmax ocuparon la fachada frontal del edificio de Correos al final del Paseo de Colón; e incluso he visto este verano cortado el Paseo de Gracia). Pero si no eres nadie, no conseguirás ni siquiera un callejón sin salida a menos que pagues el dinero que no tienes (y a veces ni por esas). Así, tres días antes de iniciar el rodaje de exteriores, que nos tenía que durar unos 10 días en la montaña de Collserola, los de Parcs i Jardins aún no nos habían concedido el permiso, alegando que estaban "considerando la viabilidad del proyecto". Además nos avisaron que en caso de concederlo no iba a superar los 4 días de rodaje, y que cada jornada no tendría más de unas 5 horas de permiso... Si a Woody Allen le da por rodar en Collserola cuando venga a Barcelona, ¿le pondrán esas limitaciones?

Dicen que el cine español está mal. No es así, está lleno de gente con ganas, ilusiones y proyectos. Es el mundo institucional el que está podrido, enquistado, huele peor que la Dinamarca de Hamlet. Eso por no hablar de las cadenas de televisión que siempre acaban contratando a los mismos...
Pero eso lo dejaremos para más adelante...