El Fòrum de les Cultures da sus últimos coletazos después de muerto. En cierto modo es normal, no olvidemos que fue un D.O.A., ya estaba frío y rígido en el momento de su concepción.
Y ahora ha vuelto de entre los muertos para lanzar su última carcajada (al menos, espero que sea la última; tiemblo de pensar en cómo sería una más...). Se han hecho públicas las cifras de tan magno acontecimiento: 400.000€ de déficit. Y todos sabemos de dónde va a salir esa cantidad.
¿Cómo podemos tener un alcalde tan inútil? En pocos años está convirtiendo Barcelona, una ciudad que estaba abierta al mar, que tenía un aire europeo como París, en una mole que pretende imitar a NY. Rascacielos y torres raras que nos tapan la visión del Mediterráneo, que crean un skyline horrible.
Por si eso no fuera poco, nos deleita con imágenes como la que presenciamos durante la rua de carnaval ofrecida por Carlinhos Brown el verano pasado. Allí pudimos ver a nuestro barceloní Joan Clos subido a una carroza, "bailando" (permitid que lo entrecomille...). Esa situación además sirve de bella alegoría del mundo político: mientras el verdadero artista de la función está a pie de calle cantando y bailando con la gente, el alcalde está subido a la carroza, por encima del populacho, en su propia fiesta particular, donde las cámaras puedan verle bien.
¡Pero no se vayan todavía; aún hay más! Cada vez que comparece en el pleno del ayuntamiento, los humoristas radiofónicos se preparan para hacer sus programas. Cuando Clos abre la boca, siempre acaba soltando perlas lingüísticas, gramaticales, fonéticas... Como sus "amb sense aturador", o "els anys perduts de vida abans de que et toqui morir, diguem".
Eso sí, ahora por una vez será él quien se ría. Se ha gastado nuestro dinero en el acontecimiento más inútil de la historia de nuestra ciudad. Al menos, desde el punto de vista del ciudadano de a pie. Para los empresarios hoteleros y los especuladores inmobiliarios ha sido un regalo caído del cielo. La zona del Besòs se ha limpiado de chabolas que afeaban el panorama, y en su lugar han plantado enormes hoteles y edificios a precios más increíbles que el diseño del edificio de gas natural. Y ahora las chabolas están junto a la autopista de Sabadell.
¿Hasta dónde va a llegar? ¿Hasta el punto de que odiemos nuestra ciudad, de la que siempre hemos estado orgullosos, sobretodo después de las Olimpiadas? ¿Hasta que la gente de clase media deje de vivir en Barcelona? ¿O simplemente hasta que se le acabe el chollo?
¡Maragall, por favor, deja la Generalitat y vuelve a la alcaldía! O que venga el Trias, aunque sea de CiU...
Carlinhos Brown for major!!
25.12.04
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