Los números

Va de números: hoy la "vice" ha recordado que ya es hora de renegociar la financiación de la Iglesia, en Bruselas se debate la financiación europea y sobretodo la inglesa, Codorniu ha hablado del efecto del boicot en sus ventas, el Estatut y su propuesta de concierto económico (que no tiene nada que ver con música) siguen dando que hablar...

Empezaré por el final. El Estatut sigue dando material (y el que le queda...). Lo último tiene que ver con números, aunque no exactamente con dinero. Hace un par de días se debatían varios puntos en el Parlament. Entre ellos, había una propuesta de ERC y CiU conjuntos de obligar a los de Madrid a conseguir una mayoría absoluta para modificar apartados del texto. El PSC propuso que se obtubiera dos tercios, y durante el debate solicitó que ese punto se votara a parte. Pues bien, llegó la votación, y ganó el PSC, gracias a que 18 de los 23 diputados de ERC se equivocaron al darle al botoncito... Luego, por supuesto, se lió la tangana y han conseguido que la semana que viene se repita la votación. ¿Y esa es la gente que está haciéndose rica gracias a nuestros votos e impuestos? (bueno, en mi caso lo segundo, porque yo no les voté). El Parlament (y el de Madrid, y las Cortes y en general todo organismo poblado de políticos) debería estar ocupado por gente responsable, que se supone son la voz del pueblo. De acuerdo, vivimos en un país de vagos, pero eso no justifica que nuestros políticos se embolsen un dineral y luego no aparezcan por el senado, cortes, parlamento etc... ¡y aún menos que cuando lo hagan deseáramos que no lo hubieran hecho! Tal vez si se les obligara a fichar y cobraran por horas... Pero también estamos acostumbrados a verles simplemente calentar su asiento, leyendo el periódico, dibujando, pasándose papelitos en privado o a veces en público (llamémosles papelitos, llamémosles pancartas).

Eso sí, luego son los primeros en encenderse contra otros cuando les echan algo en cara. O en el caso del PP, simplemente en acusar a otros del desmembramiento de España cuando son ellos los que están provocando el mayor separatismo contra Catalunya y el País Vasco (tremendas las declaraciones hoy de la diputada pepera en Euskadi...) de los últimos años. Un efecto de ello, el boicot promovido por Esperanza Aguirre. A pesar de la aparición de Mariano Rajoy bebiendo cava (a saber con qué le amenazaron los empresarios para que hiciera eso...), Codorniu ha proclamado una caída de ventas de un 4,3% en estas fechas. Un 4,3 puede no parecer gran cosa, pero si pensamos que en fiestas navideñas una empresa de esa envergadura puede generar unas cantidades tremendas de dinero, ese porcentaje supone a su vez algo más que un sueldo... Por no hablar de las pequeñas cavas que no tienen stock bursátil para compensar pérdidas, cavas llevadas por pequeñas familias cuyo sustento depende de la venta que logran estos días. Y ampliemos el rango a otros sectores, con familias que tal vez no lleguen a fin de mes por obra y gracia de las palabras de Esperanza Aguirre, la mujer que se hizo rica gracias a las obras del AVE, haciéndolo pasar por terrenos que le pertenecen directa o indirectamente, y que ahora se han visto recalificados y revalorizados, la política que arrebató una victoria justa a los socialistas gracias al transfuguismo pagado con dinero de inmobiliarias.

Sin embargo, me sumo a la llamada a la calma que se ha lanzado desde varios lugares, incluyendo el programa de radio "Minoria absoluta". Cuando todos nos llevamos las manos a la cabeza con ese alarde de victimismo que tanto nos gusta a los catalanes, ellos comentaron la noticia de Codorniu diciendo que si hubieran salido los de Codorniu diciendo "¿boicot? ¿eso qué es? pues ni nos hemos enterado", seguramente el boicot habría parado. Y es que no hay nada mejor para el que te quiere hacer daño que comprobar que te lo está haciendo. Ya he visto en varios sitios (incluyendo la sala de descanso del lugar donde trabajo, lo que me parece terrible), una "anti-lista", con productos españoles para hacerles el mismo boicot. Vamos a ver... ¿nos quejamos del que nos hacen, decimos que "eso no se hace" y proponemos el ojo por ojo? ¿Acaso somos tan ciegos que no vemos que así conseguimos lo que los políticos quieren, que es poner a la gente en nuestra contra? Si actuamos como si no hubiera boicot, si mostramos (igual que hicieron los merengues en el Madrid-Barça del otro día) un respeto hacia el que se supone que es nuestro rival, no sólo moralmente nos ponemos por encima de los que boicotean, también demostramos que los motivos del mismo son falsos, que los políticos mienten cuando nos acusan de todo lo que nos acusan. Y si la gente ve eso, ¿qué motivo tendrá para seguir con el boicot?

El que sí tenía hoy cara de boicoteado (adjetivo que le viene muy bien, ya que boicot es de origen inglés...) era Tony Blair, que en Bruselas está renunciando a buena parte de los fondos que la Unión Europea destina al Reino Unido. De momento ha renunciado a 10500 millones de euros, y se dice que esta cifra podría crecer a 12000 millones. Estas cantidades que parecen tan abstractas (¿existe de verdad tanto dinero?) es lo que se destinaba a ese país desde época de Margareth Tatcher, años en los que Gran Bretaña era uno de los países con menor renta per cápita de todo el viejo continente. Ahora los tiempos han cambiado, y por tanto también tienen que cambiar las circunstancias políticas, y se está renegociando el tema.
¿Por qué aquí cuesta tanto aceptar esto? Hace unos días veía la película "Verónica Guerín". Verónica Guerín fue una reportera irlandesa que escribió sobre el mundo de las drogas en Irlanda y fue asesinada por meterse en medio de todo. A raíz de su muerte se cambió la constitución, porque permitía que los mafiosos a veces ni siquiera fueran juzgados. ¡Se hizo un cambio necesario y a nadie se le cayeron los anillos! Lástima tan solo que fuera necesaria una muerte para ello. ¿Aquí también esperan a que muera más gente por culpa de una constitución atrasada?

Al menos por fin se habla de la financiación de la Iglesia, que hace ya años debería haber finalizado, para convertirse la institución en autofinanciada, sin recibir ni un euro del Estado. Por supuesto esto aún llevará tiempo, y levantará muchas ampollas, pero me alegra comprobar (gracias a una publicación religiosa que cayó en mis manos recientemente) que hay parte del mundo eclesiástico que apoya y aplaude este cambio, que cree que ya es hora de que la Iglesia se separe de una vez por todas del poder político con todas sus consecuencias (entre ellas esta pérdida de fondos, pero por otro lado también un lavado de imagen que cada día le hace más falta). Y es que si la Iglesia católica cobra del Estado cuando ya ha acabado el acuerdo que se firmó en la época de la desamortización de Mendizábal, ¿por qué no habría entonces que pagar también a las otras? Y ya puestos, ¿por qué yo mismo no recibo dinero del Estado, en vez de únicamente pagar y pagar? (aunque de mis pagos ya hablaré en otro momento...)

Y hasta aquí los números, así que con esto y un bizcocho, ¡hasta cuando sea a las ocho!